Están disponibles las proyecciones económicas para los próximos cinco años, en las que se augura la continuación del actual ciclo de recuperación durante dos años, pero sin que estén dadas las condiciones para su sostenibilidad a partir de 2021.
El informe destaca la relativa situación de vulnerabilidad en la que se encuentra actualmente la economía colombiana frente a eventuales choques externos. En especial, hace hincapié en los actuales altos niveles de endeudamiento externo y la alta dependencia de su sector externo en las exportaciones del petróleo (y sus derivados) y del carbón, y por qué no reconocerlo, del narcotráfico.
En lo positivo, sobresalen los buenos resultados en el frente monetario y de la inflación y en materia del cumplimiento de la llamada Regla Fiscal a través de la cual se ha mantenido bajo un relativo control el déficit fiscal.
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En términos generales, se proyecta la continuación de un proceso de reanimación del consumo de hogares durante 2019-2020, así como de un mayor dinamismo que en años anteriores de la inversión privada. El crecimiento del PIB sería 3,4% en este año y 4,1% el próximo año. Pero paralelamente se presentaría un aumento del déficit en las cuentas externas, que haría insostenible el mantenimiento de estas tendencias a partir de 2021.
En el resumen ejecutivo del informe se anota lo siguiente:
“Con posterioridad a 2020 se proyecta una desaceleración económica que no sería muy marcada siempre y cuando se reactive la inversión extranjera y se ejecuten proyectos de inversión en infraestructura como el Metro de Bogotá. Una buena noticia sería el inicio de un eventual proceso de reconstrucción de la economía de Venezuela.
Es claro que Colombia necesita diversificar y equilibrar su economía externa y que para tal efecto requiere de devaluaciones graduales adicionales del peso en términos reales. Se sabe además que el actual auge del narcotráfico impide que el peso pierda valor. Nuevamente el país ha caído en la disyuntiva de una economía formal que crece mas lentamente que la economía informal. No le queda otra salida al gobierno que intentar revertir esta situación y del éxito que tenga en este propósito depende que se consoliden las expectativas de un mejor desempeño económico en la próxima década.”
