Desde 2013 la economía colombiana trae una trayectoria descendente. El principal interrogante es si por fin esa tendencia se revertirá.
De un crecimiento económico de 4,9% en 2013 se pasó a uno de 4,4% en 2014, de 3,1% en 2015 y de 2% en 2016. En este último año, se pasó de un aumento del PIB de 2,5% en el primer semestre, a uno de 1,4% en el segundo semestre.
Por el lado de la oferta, los sectores de mayor crecimiento fueron intermediación financiera (+11,1%), construcción de edificaciones (+6%), extracción de carbón mineral (+5,7%), transporte por vía aérea (+5,1%), extracción de minerales metalíferos (+4,3%), actividades inmobiliarias (+3,2%), industrias manufactureras (+3%), construcción de obras de ingeniería civil (+2,4%), y actividades de servicios sociales y personales (+2,2%).
Los sectores con los mas pronunciados descensos fueron extracción de petróleo y gas natural (–11,1%) y correo y telecomunicaciones (–1,9%).
El desempeño de otros sectores fue el siguiente: comercio, restaurantes y hoteles (+1,8%), extracción de minerales no metálicos (+1,6%), agropecuario (+0,5%), transporte por vía terrestre (+0,3%), y electricidad, gas y agua (+0,1%).
Por el lado de demanda, consumo de hogares aumentó (+2,1%) al igual que consumo final del gobierno (+1,8%), mientras que la inversión o formación bruta de capital cayó (–4,5%). A su vez, el sector externo contribuyó positivamente a la variación del PIB puesto que el descenso de las exportaciones totales (–0,9%) fue mas que compensado con la reducción de las importaciones totales (–6,2%).
En realidad no se observan actualmente fuentes significativas de crecimiento, por lo que no se vislumbra todavía una reactivación en firme de la economía colombiana. La Junta Directiva del Banco de la República proyecta para 2017 un crecimiento en un rango entre 0,7% y 2,7%, o sea un valor medio de 1,7%.
La mayor estabilidad de la tasa de cambio y precios internacionales promedio del petróleo y de otros productos básicos superiores a los de 2016 ayudarían a que el incremento del PIB no se sitúe en el extremo bajo de ese rango.
Por el lado de la oferta, los sectores de mayor crecimiento fueron intermediación financiera (+11,1%), construcción de edificaciones (+6%), extracción de carbón mineral (+5,7%), transporte por vía aérea (+5,1%), extracción de minerales metalíferos (+4,3%), actividades inmobiliarias (+3,2%), industrias manufactureras (+3%), construcción de obras de ingeniería civil (+2,4%), y actividades de servicios sociales y personales (+2,2%).
Los sectores con los mas pronunciados descensos fueron extracción de petróleo y gas natural (–11,1%) y correo y telecomunicaciones (–1,9%).
El desempeño de otros sectores fue el siguiente: comercio, restaurantes y hoteles (+1,8%), extracción de minerales no metálicos (+1,6%), agropecuario (+0,5%), transporte por vía terrestre (+0,3%), y electricidad, gas y agua (+0,1%).
Por el lado de demanda, consumo de hogares aumentó (+2,1%) al igual que consumo final del gobierno (+1,8%), mientras que la inversión o formación bruta de capital cayó (–4,5%). A su vez, el sector externo contribuyó positivamente a la variación del PIB puesto que el descenso de las exportaciones totales (–0,9%) fue mas que compensado con la reducción de las importaciones totales (–6,2%).
En realidad no se observan actualmente fuentes significativas de crecimiento, por lo que no se vislumbra todavía una reactivación en firme de la economía colombiana. La Junta Directiva del Banco de la República proyecta para 2017 un crecimiento en un rango entre 0,7% y 2,7%, o sea un valor medio de 1,7%.
La mayor estabilidad de la tasa de cambio y precios internacionales promedio del petróleo y de otros productos básicos superiores a los de 2016 ayudarían a que el incremento del PIB no se sitúe en el extremo bajo de ese rango.