Aunque todavía no se puede cantar victoria, la mayoría de los analistas considera que la situación económica de España es ahora mejor que la de hace dos años.
Al inicio de un análisis sobre la economía española del corresponsal del Financial Times Tobias Buck (“Spain: Seeds of recovery”, octubre 3 de 2013) pone de presente como al comienzo de la crisis las embarcaciones de carga que anclaban en el puerto de Barcelona llegaban mas llenos de lo que salían. Actualmente, al inicio del cuarto trimestre de 2013, todas ellas sin excepción salen mas llenas de como llegan.
Buck cita al director del puerto de Barcelona: “He trabajado en esto 22 años y nunca he visto tal crecimiento en exportaciones… Los puertos son un termómetro de la salud económica del país, y lo que se puede apreciar es que ha cambiado el sentimiento de la gente. Aunque la gente no está eufórica, ya no hay duda sobre la supervivencia de las compañías con las cuales trabajamos”.
Lo que encontró este corresponsal en los distintos círculos económicos de España es la impresión de que se está saliendo de la recesión y que después de un poco mas de dos años de políticas de austeridad la economía es mas competitiva, menos dependiente de la finca raíz y mas de las exportaciones de alto valor agregado.
De un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos de 10% en 2007 se ha pasado a un superávit de 2% en este año. Las exportaciones, que representaban 20% del PIB antes de la crisis ahora constituyen 35% del PIB. Han ido en aumento las ventas al exterior por fuera de la eurozona de productos químicos, farmacéuticos, maquinaria y otros de la escala alta en la cadena de valor. La inversión en equipo y maquinaria se ha incrementado a partir del primer trimestre de 2013. Y se espera que después de nueve sucesivos trimestres de caída en el PIB, España retomará en este cuarto trimestre una senda de crecimiento.
Tal como se lo señaló el ministro de Economía Luis de Guindos al Financial Times: “No se ha obtenido la actual ganancia en competitividad a través de una devaluación de la moneda, pero si mediante una devaluación interna por medio de un proceso de disminución de los costos laborales unitarios. Esta ganancia en competitividad es mucho mas permanente y sostenible que la que se consigue cuando se devalúa la moneda”.
Es cierto que todavía España debe lidiar con niveles muy elevados de deuda pública y privada y con tasas de desempleo que bordean 26%. Nadie anticipa que en esta situación su economía crezca a unas muy elevadas tasas. Pero que deje de caer y que empiece a crecer es un notable avance en relación con las perspectivas que se tenían a comienzos de una crisis originada en muchos años de políticas financieras y fiscales irresponsables.
Ya no se puede argumentar que España es uno de los países altamente comprometidos en la batalla para salvar la eurozona. Lo mismo no podría afirmarse en relación con Francia, un país que no ha implementado con firmeza las reformas de las políticas de austeridad promovidas por las autoridades económicas de la eurozona bajo el liderazgo de la Alemania de Angela Merkel.
Buck cita al director del puerto de Barcelona: “He trabajado en esto 22 años y nunca he visto tal crecimiento en exportaciones… Los puertos son un termómetro de la salud económica del país, y lo que se puede apreciar es que ha cambiado el sentimiento de la gente. Aunque la gente no está eufórica, ya no hay duda sobre la supervivencia de las compañías con las cuales trabajamos”.
Lo que encontró este corresponsal en los distintos círculos económicos de España es la impresión de que se está saliendo de la recesión y que después de un poco mas de dos años de políticas de austeridad la economía es mas competitiva, menos dependiente de la finca raíz y mas de las exportaciones de alto valor agregado.
De un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos de 10% en 2007 se ha pasado a un superávit de 2% en este año. Las exportaciones, que representaban 20% del PIB antes de la crisis ahora constituyen 35% del PIB. Han ido en aumento las ventas al exterior por fuera de la eurozona de productos químicos, farmacéuticos, maquinaria y otros de la escala alta en la cadena de valor. La inversión en equipo y maquinaria se ha incrementado a partir del primer trimestre de 2013. Y se espera que después de nueve sucesivos trimestres de caída en el PIB, España retomará en este cuarto trimestre una senda de crecimiento.
Tal como se lo señaló el ministro de Economía Luis de Guindos al Financial Times: “No se ha obtenido la actual ganancia en competitividad a través de una devaluación de la moneda, pero si mediante una devaluación interna por medio de un proceso de disminución de los costos laborales unitarios. Esta ganancia en competitividad es mucho mas permanente y sostenible que la que se consigue cuando se devalúa la moneda”.
Es cierto que todavía España debe lidiar con niveles muy elevados de deuda pública y privada y con tasas de desempleo que bordean 26%. Nadie anticipa que en esta situación su economía crezca a unas muy elevadas tasas. Pero que deje de caer y que empiece a crecer es un notable avance en relación con las perspectivas que se tenían a comienzos de una crisis originada en muchos años de políticas financieras y fiscales irresponsables.
Ya no se puede argumentar que España es uno de los países altamente comprometidos en la batalla para salvar la eurozona. Lo mismo no podría afirmarse en relación con Francia, un país que no ha implementado con firmeza las reformas de las políticas de austeridad promovidas por las autoridades económicas de la eurozona bajo el liderazgo de la Alemania de Angela Merkel.