A un mes de las elecciones a Cortes Generales en España, las encuestas señalan que el partido de Mariano Rajoy podría alcanzar una amplia victoria.
En la última encuesta realizada por Metroscopia para el diario El País los populares obtienen el 45.6% de la intención de voto y el PSOE el 29,7%, una diferencia de 15,8 puntos que es superior en 1,7 puntos a la de hace un mes en septiembre hecha por la misma encuestadora.
Según las conclusiones del analista de El País Fernando Garea, la marca PSOE ha llegado a uno de sus puntos históricos más bajos y el efecto Rubalcaba ya es negativo. Tal el desprestigio a que lo llevó el Presidente José Luis Rodríguez Zapatero después de ocho años de gobierno.
A diferencia de otras elecciones, en esta ocasión casi la mitad del electorado español prefiere que el ganador pueda gobernar en solitario, y no en coaliciones con pequeñas agrupaciones políticas. Este sentimiento parece justificado en un país cuya economía sigue deteriorándose y sin luz al final del túnel. Las calificadoras de riesgo han continuado bajándole la calificación porque consideran que el plan económico actual no es suficiente para superar la crisis. Se requiere entonces un mandato político claro para enfrentar semejante situación. Solamente con un amplio respaldo electoral podría el nuevo gobierno adoptar las muy impopulares medidas de austeridad y flexibilización laboral que se necesitan.
Según las conclusiones del analista de El País Fernando Garea, la marca PSOE ha llegado a uno de sus puntos históricos más bajos y el efecto Rubalcaba ya es negativo. Tal el desprestigio a que lo llevó el Presidente José Luis Rodríguez Zapatero después de ocho años de gobierno.
A diferencia de otras elecciones, en esta ocasión casi la mitad del electorado español prefiere que el ganador pueda gobernar en solitario, y no en coaliciones con pequeñas agrupaciones políticas. Este sentimiento parece justificado en un país cuya economía sigue deteriorándose y sin luz al final del túnel. Las calificadoras de riesgo han continuado bajándole la calificación porque consideran que el plan económico actual no es suficiente para superar la crisis. Se requiere entonces un mandato político claro para enfrentar semejante situación. Solamente con un amplio respaldo electoral podría el nuevo gobierno adoptar las muy impopulares medidas de austeridad y flexibilización laboral que se necesitan.
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