Le ofrece al cliente unos productos con los puntos que recibe por sus compras. Cuando el cliente los completa le dicen que ya no aplican para los productos escogidos.
En cualquier país donde se respetan los derechos de los consumidores esta cadena colombiana de supermercados recibiría una sanción ejemplar. No se puede inducir a los clientes a comprar con la oferta de unos productos sobre los cuales después el establecimiento comercial no responde. Se trata de un engaño, por decir los menos. Sobre todo en el caso de aquellos clientes que se han tomado su tiempo acumulando puntos para un producto relativamente caro. La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) debe restringir estas prácticas poco transparentes que se prestan a abusos.